lunes, 18 de diciembre de 2017

10 razones para visitar el Norte de Islandia


    La gran diversidad natural que encontramos en esta parte del país es menos conocida que la famosa costa sur islandesa. La costa norte de Islandia bien podría estar celoso de su homónima en el sur ya que alberga razones suficiente para atraer a los viajeros que quieran asombrarse con espectaculares cascadas, áreas geotermales de gran poderío o paisajes tan mágicos en los que volcanes y lagos de agua turquesa conviven en una tensionada calma geográfica. Porque la tierra de Islandia está muy viva y se hace notar en esta parte del país. Allí también habitan en libertad criaturas tan magníficas como ballenas, focas y frailecillos. Es, sin duda, una región que os recomendamos visitar. Por eso, en este post os contamos 10 razones para visitar el Norte de Islandia. No perdáis el norte y venid a visitarlo.


1. Es uno de los mejores lugares para observar ballenas y frailecillos



    Esta parte de Islandia es uno de los lugares del mundo donde mayor probabilidad de avistamiento de ballenas existe, nada más y nada menos que un 98% en los meses de verano. El mejor lugar para lanzarse a esta aventura es el pueblo pesquero de Húsavik, enclavado a orillas de una bahía que posee gran cantidad de nutrientes que favorecen la aparición de plancton y, por lo tanto, de estos maravillosos cetáceos. Hasta 11 especies de ballena pueden llegar a observarse en la Bahía de Skajálfandi, entre las que destacan la ballena de minke, la ballena jorobada, la gran ballena azul e incluso la temible orca, aunque estas dos últimas son las más complicadas de ver.



   Otro de los atractivos de la zona es poder observar el famoso frailecillo atlántico -o puffin en inglés-, una pequeña ave que destaca por su precioso plumaje y su colorido pico. Puede observarse desde finales de abril hasta mediados de agosto y son varias las zonas de Islandia donde habitan. Si ya pudimos verle en Dyrhólaey, la bahía de Skajálfandi es uno de los mejores lugares para avistar estos curiosos pajarillos ya que se estima una población de 100.000 pares de frailecillos.


   Es recomendable reservar con antelación las excursiones de avistamiento de ballenas. Si además, queréis ver los frailecillos bien de cerca podéis contratar una excursión que incluya la visita -desde el barco- de la conocida como isla de los frailecillos. Y para hacerlo más redondo, ¿qué os parecería experimentarlo desde un antiguo barco velero propulsado tan solo por la fuerza del viento? Incluso Lucía pudo izar una de las velas. Nosotros pudimos disfrutar de esta fantástica experiencia gracias a la empresa North Sailing que, además, ha sido premiada en multitud de ocasiones por ser respetuosa con el medio ambiente. La duración de esta actividad (avistamiento de ballenas + frailecillos + navegación a vela) es de 3 horas y su precio es de 12.500 ISK (100€).


   Ya de vuelta al pueblo de Húsavik, podéis visitar su iglesia. Construida en 1907, destaca por su colorido y merece la pena echarle un ojo a su interior de madera y a la representación de Lázaro realizada con un material un tanto peculiar: lava. También es recomendable -a nosotros no nos dio tiempo- visitar el Museo de las Ballenas de Húsavik, uno de los museos más importantes del país.


      Pero si de verdad queréis sentir Húsavik como lo hacen los locales, existe un lugar que poca gente conoce y que nosotros te desvelamos. Perdido entre una colina, una antigua quesería se ha transformado en unos baños geotermales de lo más curiosos. En las mismas cubas donde antiguamente se cuajaba el queso, hoy tu cuerpo se sumerge en un agua de lo más limpia y pura a unos 40ºC. Además, dispone de unos vestuarios que son calentados por unos tubos por donde pasa el agua caliente que continuamente va renovando las cubas. Hay una especie de caja donde se recomienda dejar un donativo ya que el mantenimiento corre a cuenta de los propios vecinos de la zona. Sin duda, uno de esos lugares que recordamos con cariño del viaje.

Coordenadas GPS: 66°03'19.2"N 17°21'04.8"W



2. Podréis asombraros con la cascada Detifoss



   Uno de los lugares más impresionantes de Islandia es la cascada de Detifoss. Este precioso monstruo es totalmente impactante debido a la fuerza con la que deja caer el agua del río Jökulsá á Fjöllum a través de una pared de 100 metros de ancho y 45 metros de caída, convirtiéndola en la cascada de mayor volumen de Europa. A 20 minutos a pie también podéis disfrutar de la cascada Selfoss, otra maravilla de la naturaleza. Si queréis saber cómo llegar y qué ver en sus alrededores, os recomendamos que leáis el post "Cascadas de Detifoss y Selfoss".





3. Recorreréis los Fiordos del Norte


   Recorrer en coche los fiordos de Islandia es una maravilla que te hace parar el motor del coche y contemplar el paisaje cada poco tiempo. Los dos fiordos que recorrimos fueron Eylafjördur y Skagafjördur que envuelven a la península de Tröllaskagi y su paisaje montañoso. Esta zona es de las menos visitadas de Islandia y, quizás por eso, nos gustó tanto. En invierno es un destino perfecto para los amantes del ski y en verano un lugar para desconectar y disfrutar de la tranquilidad que se respira en el norte del país.



4. Podréis llegar hasta el Cráter Viti y la caldera de Askja


   Si bien no se encuentra cerca de la costa ni de la Ring Road, desde el norte de Islandia se puede visitar la caldera de Askja y el mágico cráter Viti con una excursión en 4x4 donde llegaréis al interior de las Tierras Altas de Islandia. Los colores del cráter y la espectacular caldera donde se encuentra con 8 kilómetros de ancho, lo convierten en una de los lugares más bellos del país. El resultado de la brutal erupción que se produjo en 1875 es un espectacular paisaje que bien merece una visita.


5. Disfrutaréis de la Cascada Godafoss


  La llamada "cascada de los Dioses" deja caer las aguas del río Skjálfandafljót a través de un salto de agua de 12 metros de altura. Es una de las cascadas más espectaculares de Islandia y no os la podéis perder si venís al norte del país. Con un caudal de 30 metros, en su lado central una enorme roca divide la caída de agua en dos mientras deja caer un pequeño salto de agua que le dota de gran belleza. Como siempre os decimos, cuando parece que ya has visto cascadas de todas las formas y dimensiones posibles, Islandia te sorprende con una nueva joya de agua.





6. Veréis todo lo que os ofrece el Lago Myvatn


   El lago Myvatn ofrece uno de los paisajes más variados y espectaculares del país. Gracias a su emplazamiento, en plena dorsal Mesoatlántica, el paisaje ha ido transformándose a lo largo de los años dando lugar a impresionantes campos de lava, cráteres volcánicos, cuevas con pequeñas pozas termales interiores donde podéis bañaros, zonas repletas de aves o fumarolas que pueden verse casi desde cualquier punto de los 36 kilómetros de carretera que rodean el lago. El lago es perfecto para dedicarle un día y así poder recorrerlo con calma.


   Nosotros visitamos el cráter Hverfell, el campo de lava de Dimmuborgir, el grupo de seudocráteres de Skútustadagigar y el área geotermal de Hveir. Nosotros nos quedamos con las ganas, pero nos recomendaron visitar la cueva de Grjótagja, una impresionante formación con agua en su interior y donde los más atrevidos pueden darse un baño ya que el agua se encuentra a una temperatura de unos 45ºC.



7. Sentiréis el aliento de la Tierra en Hverir


    Ya desde antes de llegar observábamos las impresionantes fumarolas que emanan del interior de la tierra. El fuerte olor a azufre no fue un impedimento para recorrer este espectacular lugar donde el lodo burbujea en calderas naturales y los minerales colorean el paisaje de un tono ocre que parece sacado de otro planeta. Eso sí, es muy importante seguir el sendero marcado y no traspasar las cuerdas que lo delimitan.



8. Sentiréis el espíritu islandés en sus pequeños pueblos


   Un pequeño pueblo de 100 habitantes llamado Hólar se convierte en una parada interesante cuando descubres que su iglesia de piedra es la más antigua de Islandia con este tipo de construcción. Recomendamos subir al campanario de este edificio religioso finalizado en 1763. En el pueblo también encontraréis la Nýibær, una turfhouse -típicas casitas islandesas con hierba en el tejado - que en el siglo XIV fue una explotación de turba.




   Asentado en el norte de la península de Trollaskagi, el pueblo de Siglufjördur se convirtió para nosotros en uno de los más bonitos de Islandia. Su puerto, decorado con casitas de colores, es precioso y posee un ambiente tranquilo que nos narra a susurros la vida del pueblo islandés.





   Gracias a un túnel construido no hace mucho tiempo, se puede conectar fácilmente Siglufjördur con otro pequeño pueblo llamado Ólafsfjördur donde la vida del campo se deja notar gracias a su especial asentamiento entre las laderas de las montañas.


9. Os bañaréis en la piscina más espectacular de Islandia: Hofsós


    En Islandia probamos muchas piscinas municipales pero ninguna fue tan espectacular como la piscina de Hofsós. La culpa la tiene las increíbles vistas que se pueden observar desde ella. El fiordo de Skagafjördur se extiende ante tus ojos mientras tu cuerpo se encuentra metido en el agua a una temperatura de unos 37ºC. Con mucha suerte incluso se pueden avistar ballenas desde la piscina.No suena mal, ¿verdad?



Horario: Abierta todo el año. En verano abre todos los días de 9:00 a 21:00. En invierno abre de lunes a viernes de 7:05 13:05 por la mañana y de 17:15 a 20:15 por la tarde. Sábados y domingos de inviernos abre de 11:00 a 15:00.
Precio: 700 ISK (5€).
Coordenadas GPS: N65° 53' 39.585" W19° 24' 9.115"


10. Podréis disfrutar de la libertad de las focas en la península de Vatnsnes


   La península de Vatnses es perfecta para recorrer en coche a pesar de que gran parte de la carretera sea de gravilla. Rodeando la costa, encontraréis campos de cereales que descansan a orillas del lago y preciosos caballos islandeses. El faro de la península, a pocos kilómetros del pueblo, es un lugar donde se respira una paz que merece la pena disfrutar durante un buen rato.




   Pero la península también guarda un gran tesoro en su lado este, una de las mayores colonias de focas de Islandia. Son varios los lugares recomendados para verlos, como Illugastadir o Hindisvík pero nosotros no llegamos hasta allí porque ya era tarde. A medio camino, desde el coche tuvimos suerte y divisamos varias figuras que parecían ser focas. Tras aparcar el coche y atravesar andando un pequeño campo, llegamos a la orilla y, efectivamente, un grupo de unas 10 focas descansaban y jugueteaban en unas rocas. Fue un momento muy emocionante.


   Aunque nosotros no llegamos hasta allí porque comenzó a llover y la carretera era de gravilla, en la península también se halla una curiosa roca llamada Hvítserkur que. según la leyenda, es un trol petrificado que se dirigía a destruir el monasterio de Thingeyrar. Sus 15 metros de altura destacan en el mar y dan pie a la imaginación de los que lo contemplan. ¿Un rinoceronte, un gato asustado, un camello bebiendo agua? ¡Cada uno es libre de imaginar!

   Como veis, el Norte de Islandia está cargado de lugares mágicos que descubrir así que solo os queda coger la mochila, el mapa y el volante y comenzar la aventura por una tierra que os enamorará como lo ha hecho con nosotros. No perdáis el norte ;)

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1 comentario:

  1. ¡Qué pasada de cascadas! Sé que son famosas y que las vi mil veces, pero nunca dejan de sorprenderme.

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